El presidente Donald Trump dijo el miércoles que estaba retrasando un aumento del 5 por ciento en los aranceles a los productos chinos por dos semanas, por respeto a la celebración del 70 aniversario de la revolución que llevó al gobierno comunista al poder.
Tanto China como EU Han visto señales de que el conflicto comercial entre los dos países está cobrando un precio económico. El miércoles por la mañana, China anunció que una serie de productos estadounidenses quedarían exentos de aranceles adicionales del 25 por ciento establecidos el año pasado, ya que el gobierno busca aliviar el impacto de la guerra comercial.
Estados Unidos y China anunciaron que las negociaciones entre ambas naciones continuarían en Washington a principios de octubre, aunque persistía el escepticismo de ambas partes sobre la posibilidad cualquier progreso sustancial.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China se agudizó en la última semana de agosto, con anuncios de medidas arancelarias por parte de ambas economías, lo que aumentó los temores de una recesión en la economía global.
Trump anunció que aumentarían los aranceles a productos chinos, en respuesta a un anuncio similar que previamente hizo China. El mandatario informó en su momento que los productos por 250 mil millones de dólares con arancel del 25 por ciento ahora tendrían uno del 30 por ciento a partir del 1 de octubre (fecha fijada en ese momento).
Además, los productos con valor de 300 mil millones de dólares con impuesto del 10 por ciento que entrarían en vigor el 1 de septiembre ahora será de 15 por ciento.
China había anunciado que aplicaría aranceles a bienes estadounidenses valorados en 75 mil millones de dólares, aplicando una tasa adicional de 10 por ciento a los gravámenes existentes, en la más reciente escalada de la prolongada disputa comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
El presidente de Estados Unidos aseguró días después que tenía que enfrentar a China en materia de comercio, incluso si esto causara daños a corto plazo a la economía estadounidense, porque Beijing ha “estafado” a Washington durante décadas.
Fuente: El Financiero