El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció que la reforma fiscal estará lista en 2022 y que su discusión comenzará en enero, debido a que implica un largo proceso para alcanzar consensos.
Durante su participación en la reunión plenaria de Morena, reiteró que no habrá cambios en el marco fiscal en los primeros tres años de gobierno, tal como lo prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador. Adelantó que se analizarán todos los planteamientos y se buscará un consenso con los legisladores, pero también con todos los sectores sociales.
El funcionario señaló que si bien el marco fiscal de los siguientes años no cambiará, el paquete económico de 2020 sí contendrá mecanismos para fortalecer la recaudación, por lo que “los mexicanos nos vamos a acostumbrar a pagar impuestos”.
Asimismo, reconoció que, pese al fortalecimiento en la recaudación, el paquete económico del siguiente año tendrá muy poco margen de maniobra y, dado el complejo entorno internacional, habrá modificaciones en el marco macroeconómico planteado en los precriterios presentados en abril.
“Va a ser un paquete responsable, con muy poco espacio de maniobra”; se está armando en un contexto económico donde hay una desaceleración muy grande y destacan el proceso casi inminente del brexit y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, precisó.
El responsable de las finanzas públicas del país subrayó que estos elementos, entre otros, han impactado directamente en la economía mexicana y en las finanzas públicas, y puso como ejemplo la caída en el precio del petróleo.
“Claramente van a impactar en el presupuesto que estaremos enviando la semana que entra (8 de septiembre). Antes del recrudecimiento de las tensiones comerciales teníamos un marco macroeconómico, que presentamos en abril, pero las condiciones cambiaron y nosotros no podemos hacer omisión de ello”, expresó.
Respecto a la deuda pública, el secretario comentó que la forma en la que se cuantifica requerirá un cambio, porque solo México la reporta en forma neta y, como otras naciones lo hacen en forma bruta, no resulta comparable.
Precisó que la forma en la que se calcula la deuda pública como porcentaje del producto interno bruto (PIB) implica un nivel de alrededor de 45 por ciento, pero en términos brutos será mayor, “por lo que va a requerir conversaciones”.