Si el plan de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) decepciona, se necesitarán más recortes fiscales, advirtió el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
En el reporte Las implicaciones fiscales de Pemex, la asociación, que agrupa a los principales fondos de inversión e instituciones financieras de operación mundial, destacó que la petrolera mexicana sigue sin ser rentable.
Por eso, advierte que se necesitaría un ajuste significativo para cumplir los objetivos fiscales generales. Señaló que la compleja situación de Pemex tiene implicaciones macroeconómicas.
El reporte elaborado por el equipo de análisis, encabezado por el jefe de investigación para América Latina, Martín Castellano, se pone de manifiesto que el plan propuesto para rentabilizar a Pemex tiene un costo fiscal nada despreciable a corto plazo, pero puede generar espacio fiscal a mediano plazo. Refirió que Pemex pretende tener un fuerte aumento de extracción de petróleo sin precedentes, pero está en el rango superior de lo que otros productores lograron.
Estableció que si la producción y ganancias mejoran en medida de lo planeado, crearán un cierto espacio fiscal a mediano plazo. Señaló que la consolidación fiscal en un escenario a la baja sería manejable, pero limitaría planes de gasto social o la inversión.
Estimó que en los próximos dos años, las inyecciones de capital y exenciones fiscales del gobierno compensarán con creces la mejora de la rentabilidad de Pemex. El instituto estableció que si el nuevo plan se implementa completamente, el saldo de Pemex mejorará en relación con el tamaño de la economía. Lo anterior hará que mejore potencialmente la posición fiscal general del sector público.
No obstante, enfatizó que la estrategia del gobierno para apuntalar a Pemex, incluye la recapitalización y los recortes de impuestos; eso tiene un costo para el gobierno federal compensando parcialmente el impacto fiscal positivo de un Pemex más rentable.
Así, ponderó que en los próximos dos años el impacto del plan de negocios de Pemex en el saldo fiscal público será negativo. En el mediano plazo, el impacto neto se volvería positivo, afirmó. Hizo ver que el costo fiscal a corto plazo del plan de Pemex puede generar objetivos fiscales difíciles de alcanzar, especialmente si el crecimiento sigue débil. Refirió que para 2020, el gobierno tiene el compromiso de mejorar el saldo público en 0.4 puntos, lo que requerirá un ajuste fiscal considerable dado el arrastre temporal de Pemex.
Fuente: El Universal