TVT | Redacción digital
Bajo estrictas medidas de sanidad, el sábado abrieron sus puertas los santuarios de la mariposa monarca en el ejido El Rosario, municipio de Ocampo y en Sierra Chincua, municipio de Angangueo, Michoacán, informó la Secretaría de Turismo de esta entidad y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
De acuerdo al comunicado de prensa será obligatorio el uso de cubrebocas; aplicación de gel antibacterial antes de ingresar a los santuarios de la mariposa, no ingerir alimentos, guardar sana distancia, y el ingreso será controlado para evitar aglomeraciones y contagios de Covid 19.
En 2019 arribaron a Michoacán aproximadamente 160 millones de mariposas procedentes de Canadá y Estados Unidos, a decir de los ejidatarios fue un año de recuperación de lepidópteros. Es en el santuario El Campanario, ubicado en el ejido El Rosario, donde llega el 50 por ciento de los lepidópteros.
El resto se distribuye en los refugios de Altamirano, Chivati-Huacal, Sierra Chincu y Cerro Pelón, situados en los municipios de Angangueo, Senguío, Tlalpujahua y Zitácuaro, respectivamente.
Por la pandemia, las autoridades de turismo consideran que el número de turistas podría reducirse al menos en 30 por ciento. Sin embargo, es la actividad más importante del año para los habitantes de la zona mazahua de El Rosario, donde viven unas 10 mil personas.
En el santuario El Campanario laboran 87 trabajadores; 150 comerciantes y 47 caballerangos; el resto de la gente emigra, o sale a trabajar como peones de albañiles y sirvientas a las ciudades de Toluca y México. Hay pobreza, el turismo es temporal. El apoyo gubernamental y de organizaciones internacionales es mínimo, aseguran las autoridades ejidales.
Las mariposas monarcas arriban los primeros días de noviembre a los bosques de oyamel y pino de la región oriente de Michoacán y en algunos lugares del estado de México. En estos sitios se reproducen y retornan al norte del continente a finales de marzo, en el inicio de la primavera. Se trata de un fenómeno natural que seguramente lleva cientos o miles de años, pero los primeros santuarios de la mariposa fueron descubiertos en 1975.
Fuente: La Jornada