Redacción / TVT
Ana María “N” nunca imaginó que quien consideraba el amor de su vida, casi dejara en la orfandad a sus hijas y a ella le quitara la vida.
Él no era así, un día empezó a gritarle, luego a agredirla, ella lo denunció, pero no hizo caso de la medida cautelar que las autoridades le habían dictado, narró Ana María luego de ser dada de alta del hospital Gustavo A. Rovirosa donde estuvo internada durante un mes y medio, luego se recibir 13 puñaladas de su ex esposo José Roberto.
Cuando Ana María ingresó al hospital los pronósticos médicos no eran favorables, las heridas ocasionadas por su agresor causaron daño en órganos vitales, ahora necesitará al menos un año de recuperación, según le indicaron los médicos.
Al despertar un día en el hospital, ella descubrió que por lo pronto no podrá caminar y necesitará de una silla de ruedas, también se enteró que debido a la gravedad de sus heridas tuvieron que quitarle un riñón.
A pesar de ello, Ana María “N” no se arrepiente de haber denunciado a su agresor y envía un mensaje a las mujeres que viven violencia intrafamiliar.
Ana María “N” lamenta que el día de su agresión, el 26 de septiembre, cuando ella rehusó regresar con su agresor y él sacó el cuchillo para agredirla, nadie, ni el policía que se encontraba a unos metros de ella, le prestó ayuda, “me dejaron a mi suerte”, expresó.