Redacción / TVT
Desde hace 15 años, Josefa Robles Pérez, sepultada en el cementerio de Atasta de Serra, es visitada por su hijo Nicomedes Torres, que año con año acude a este sitio para limpiar la bóveda donde descansa la difunta.
Con agua, jabón, cepillo y muchos recuerdos es con lo que las familias tabasqueñas limpian las bóvedas de sus difuntos que se adelantaron de este mundo y que sus restos se encuentran en los diferentes panteones de la ciudad.
Don Nicomedes de 85 años, dice que para él este trabajo de limpieza no es exclusivo de las fiestas del Día de Muerto, sino que la realiza por lo menos cada 15 días para tener arreglado el lugar donde descansan los restos de quien le dio la vida.
Así como él, muchas familias tabasqueñas acuden a los panteones de la ciudad a realizar la limpieza y remozamiento de las tumbas; las pintan, las lavan, fumigan, arreglan las rejas y les colocan flores.
Se contempla que los días 1 y 2 de noviembre, cientos de familias acudan a los diferentes panteones de la ciudad a vivir esta fecha que es tan importante, recordando la memoria de quienes ya se adelantaron de este mundo.