TVT | Redacción
En plena conferencia de prensa el presidente Andrés Manuel López Obrador sacó un pañuelo blanco en señal del fin a la corrupción en su gobierno.
Un reportero le había preguntado momentos antes su opinión acerca del resolutivo de la Secretaría de la Función Pública de que no hay elementos para sancionar al director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, a razón de su declaración patrimonial. El mandatario opinó que esta conclusión es legal y moral, y los ataques al funcionario provienen de anteriores “potentados” que ahora están en desgracia.
-Y lo de Bartlett?, se le preguntó.
-Pero si no tiene responsabilidad, por qué se le…
-Y la responsabilidad moral… le insistió el reportero.
-No, pero es un asunto legal y moral también. O sea, yo les invito, porque una cosa es que nos caigan mal algunas personas o que tengamos posturas. Es el caso, es que tenemos que ser muy objetivos, muy profesionales: si hay una denuncia de corrupción, sobre todo en lo que corresponde al gobierno que represento, si hay un servidor público corrupto no sólo se va a su casa, se va a la cárcel, advirtió.
Para que se entienda, añadió al tiempo de dirigir la mano a la bolsa del pantalón. “Ahora sí traigo pañuelo blanco.
No les gusta a mis adversarios (pero) pañuelito blanco, no hay corrupción arriba. Me atrevo a decirlo, a sostenerlo y quiero que me tapen la boca. A ver”, expresó.
Subrayó: “no somos iguales. ¿Qué hacían antes los conservadores? ¿Cómo mediatizaban para que no se diera el cambio? ¿Ustedes creen que se me va a olvidar? Yo no odio pero no olvido.
“¿Qué hacía la llamada sociedad civil?, los medios de comunicación, no todos, los que estaban al servicio de quienes se sentían dueños de México. Generalizaban”.
Era muy común -añadió- escuchar cuando ya la gente estaba despertando, y ya se estaba dando cuenta de cómo era manipulada, era muy común escuchar ‘todos son iguales’.
“Hubo toda una campaña en contra de la política, en contra de diputados, de las instituciones políticas, que eran de lo peor los políticos, porque de esa manera pues descalificaban a todos porque lo que no querían era que saliera adelante una opción distinta.
“Yo tenía que estar diciendo en las plazas que no podían estar metiéndonos a todos en el mismo costal.
Y enseguida hablo de aquellos que ahora ya no tienen el poder.
“Ahora, que caen en desgracia, me estoy refiriendo a los que se sentían los dueños de México, a los potentados, a sus políticos porque le echaban la culpa a los políticos y ellos estaban detrás y eran los que realmente mandaban a políticos títeres, peleles, algunos voceros de medios de comunicación, alcahuetes”.
Entonces, dijo el Presidente, ya no es así, ya no es lo mismo.
“Ahora que están pasando por un mal momento, cualquier cosa (dicen) ‘ah, Bartlett, es igual, es lo mismo’. No, pruébenlo. A ver, ahí (en la CFE) ¿cuáles son las transas? ¿Los contratos entregados como se hacía antes, con influencia?
“Bueno, lo que hizo antes, bueno, eso se juzga y pues cada quien tiene que responder, pero entiendo que la denuncia que se presentó fue por su desempeño en esta administración”, dijo el Presidente.
Dijo que no se puede acusar sin pruebas.
“Yo fui opositor mucho tiempo y presenté denuncias, pero siempre probé. Nunca me presentaron una denuncia por calumnia”.
También reiteró lo dicho ayer en el sentido que su gobierno “no tiene nada que ver” con organizaciones criminales y rechazó que actualmente haya empresas, operadas por narcotraficantes, acogidas por esta administración.
“Eso sí calienta. No tenemos nada que ver con esas organizaciones. Una de las políticas que se aplican tiene referencia, está vinculada, a no establecer relación o dar facilidades a organizaciones de la delincuencia común ni la de cuello blanco.
No tenemos nada que ver.
Está prohibida la condonación de impuestos”, subrayó.
De las prácticas que tienen distintos grupos para contar con bases sociales, consideró que la gente en general ya no acepta esos mecanismos de control y manipulación.
“Ya no es el tiempo en que se repartían despensas y se obtenían apoyos para lo electoral o para tener una base de protección, porque era lo que hacía y seguramente siguen haciendo las organizaciones de la delincuencia”, expuso en conferencia de prensa matutina.
“Pero ya no funciona el reparto de dádivas, migajas, repartir el frijol con gorgojo, ya no aplica.
Puede haber casos aislados; ahora hay oportunidades de trabajo”, aseveró.
El presidente López Obrador reiteró que incluso quienes decían que no habría cambio en su gobierno ahora están sorprendidos.
“Ya no es el tiempo de protección a las bandas; no se permite asociación delictuosa y tampoco hay negociaciones con las organizaciones delictivas ni la práctica de proteger a algunos y destruir a otros. Todo eso se termina. Por encima de la ley, nadie. Estado de derecho y de chueco”.
Fuente: La Jornada