• El piloto británico subrayó la dificultad que implicó ganar la carrera y el gran trabajo realizado por el equipo Mercedes

TVT | Redacción

El británico Lewis Hamilton (Mercedes) reconoció que su victoria de este domingo en el Gran Premio de México ha sido una de las más difíciles de su vida por el poco margen de error con el que corrió.

Ha sido de las carreras más difíciles. Era fácil cometer un error y no lo cometimos”, aseguró.

Hamilton conquistó en México su décima victoria del año, la octogésima tercera de su carrera en Fórmula Uno, seguido por el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) y del finlandés Valtteri Bottas, de Mercedes.

Trabajamos como el equipo número uno que somos; vamos a trabajar siempre juntos. Sabemos que inspiramos a la gente y a nosotros mismos”, agregó.

A 2.240 metros de altura, Hamilton se metió en problemas en la partida, resolvió y apostó a una sola parada, lo cual hizo que terminara con su coche en malas condiciones, pero le alcanzó para imponerse.

Tenía mucho daño mi coche. La carrera fue de mucha lucha. Mi equipo hizo un gran trabajo en la estrategia en la parada y esa fue la clave”, insistió.

Lewis ganó por segunda vez el Gran Premio de México y confesó que para él era importante imponerse esta vez ante un público que lo mima. “Me encanta correr aquí, esta es una carrera que quería ganar, quiero ser humilde en este triunfo, con este publico y con el equipo que hizo una formidable estrategia”, aseveró.

Hamilton entró al podio en un elevador sobre el coche y luego dedicó el trofeo a los mexicanos. En el festejo le quitó el sombrero a un mariachi y compartió con la gente que se le entregó. “Quiero aplaudir a esta afición, que es la mejor que he visto”, insistió.

Con la victoria de este domingo, Hamilton llega a 365 puntos en la temporada y acarivia su sexto título mundial que, si no ocurre un imprevisto, logrará el próximo 3 de noviembre en Austin, el 17 en Brasil o el 1 de diciembre en Abu Dabi, con lo cual se colocará a un título del alemán Michael Schemacher, el más laureado.

Fuente: Excélsior