TVT | Redacción digital
Miles de mujeres marcharon ayer en el centro de la capital del país para exigir fin a la violencia de género y la impunidad en que quedan dichas agresiones, durante una movilización que no escapó a la presencia de grupos de manifestantes que externaron su descontento rompiendo vidrios de negocios y mobiliario urbano.
En el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la caminata partió alrededor de las 16 horas del Monumento a la Revolución, encabezada por madres de víctimas de feminicidio y de mujeres desaparecidas.
Entre consignas como “¡Ni una más, ni una asesinada más!” “¡Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos!” y “¡Alerta que camina, la lucha feminista por América Latina!”, las participantes avanzaron sobre avenida de la República y Juárez, rumbo al Zócalo capitalino.
Detrás de los familiares de víctimas iban contingentes de estudiantes, trabajadoras y sindicalistas, en su mayoría vestidas de negro. Muchas de las participantes llevaban cargando una enorme cruz rosa de cartón, en la cual escribieron los nombres de mujeres asesinadas y desaparecidas, así como una manta con la leyenda “México feminicida”.
Pese al llamado de las organizaciones feministas a los grupos de encapuchadas de que se mantuvieran atrás de la vanguardia de la marcha, dichos núcleos se adelantaron e hicieron pintas en las vallas metálicas que rodeaban algunos inmuebles y comercios.
Asimismo, rompieron los escaparates de algunas tiendas, además de semáforos peatonales y los cristales de una tienda de conveniencia, al tiempo que pintaban con aerosol signos anarquistas y consignas como “eres popo, policía violador” y “la policía no me cuida, me cuidan mis amigas”.
Cerca de las 17 horas, las organizaciones convocantes de la marcha arribaron a la Plaza de la Constitución, donde realizaron un mitin frente a Palacio Nacional. “Denunciamos que estamos viviendo un incremento en todos los tipos de violencia machista y del feminicidio. Exigimos que cese la impunidad”, enfatizaron.
Mientras diversas oradoras leían sus pronunciamientos, varios grupos de mujeres con el rostro cubierto se reunieron frente a la Catedral, retiraron las vallas metálicas que resguardaban el recinto, grafitearon el muro que delimita el edificio, lanzaron cohetones e incluso algunas de las manifestantes saltaron las rejas e ingresaron al atrio, pero de inmediato se salieron ante la llegada de la policía.
Al no poder ingresar a la Catedral, se dirigieron a Palacio Nacional, donde al retirar el primer tramo de vallas encararon a las policías que se encontraban resguardando el perímetro del edificio, lo cual dio lugar a algunos jaloneos, golpes y empujones con las uniformadas, sin que pasara a mayores.
Durante varios minutos, ocurrieron escarceos de forma dispersa en toda la plancha del Zócalo, en los cuales las manifestantes lanzaron objetos a las uniformadas y exigieron a los medios de comunicación que no grabaran los hechos.
Casi al término de la movilización, algunas de las inconformes lograron entrar al campamento del Frente Nacional Anti-AMLO, de donde sacaron algunas mantas y casas de campaña, a las cuales les prendieron fuego unos minutos después.
Fuente: La Jornada