Sensible a las necesidades de los pueblos indígenas chontales, el gobernador Adán Augusto López Hernández entregó este fin de semana la rehabilitación de la Casa de Salud del ejido Tres Brazos y supervisó el desazolve del canal del ejido Nueva Esperanza, cuyo objetivo es recuperar la vocación pesquera de la zona.
Acompañado de la alcaldesa Guadalupe Cruz Izquierdo, el mandatario estatal también inspeccionó los trabajos de construcción del camino del ejido Tembladeras y refrendó su compromiso de impulsar obras y programas que permitan traer bienestar y justicia social a las comunidades originarias.
En ese punto del corredor Yokot’an, el jefe del Ejecutivo asumió el compromiso, el pasado 07 marzo, de transformar un inmueble mal pintado, con puertas y mobiliario destruido que operaba como Casa de Salud, en un centro con servicios médicos dignos.
“Fueron seis meses, nos ganó la pandemia, pero aquí estamos. El siguiente paso es hablar con la secretaria de Salud, para que en un lapso de dos o tres semanas, ya haya atención oportuna, con médicos y medicinas”, refirió tras entregar equipos para la detección y monitoreo de enfermedades respiratorias.
Acto seguido, se trasladó al ejido Nueva Esperanza, perteneciente a la ranchería Ribera Alta tercera sección, lugar en el que supervisó el dragado de un dren de 6.8 kilómetros, en beneficio de pescadores pertenecientes a tres distintas cooperativas.
El canal es un brazo del río Usumacinta y de su actividad dependen más de 800 habitantes de la zona dedicados a la pesca. Durante la visita de trabajo efectuada en marzo pasado, el mandatario también se comprometió a la recuperación de la zona productiva. Seis meses después, están prácticamente concluidos los trabajos de desazolve.