TVT | Redacción
“Si algo nos deja la gesta heroica del 27 de febrero es que la reconciliación es una premisa que va más allá de lo político y comprende conocer mejor a los héroes; si fuimos capaz de derrotar no hay nada que impida que, trabajando juntos, utilizando la inquebrantable creatividad y rescatando valores que dieron identidad, obtengamos un Tabasco en paz, seguro y con progreso sostenible”.
Así lo dijo Ramiro Chávez Gochicoa, rector de la Universidad Politécnica de Centro, al participar como orador oficial en el 156 aniversario del triunfo del Ejército liberal comandado por el coronel Gregorio Méndez Magaña sobre intervencionistas franceses.
Durante el acto cívico realizado ante el monumento ecuestre del coronel Gregorio Méndez Magaña, encabezado por el gobernador del Estado, Adán Augusto López Hernández, se recordó a los personajes valientes del Estado que lucharon por la seguridad de la entidad, pero también a los héroes anónimos, campesinos, indígenas y mujeres que apoyaron la causa en favor de la libertad.
Frente al jefe del Ejecutivo tabasqueño, miembros de su gabinete, militares y jefes militares, estudiantes y maestros, Chávez Gochicoa indicó que “no es por eso extraño que más de un siglo después tengamos un gobernador hecho de la reconciliación de todos los tabasqueños, no sólo en un lema de campaña, no una retórica hueca sino en un esfuerzo leal que está hecho del ejercicio diario de gobierno”.
“Si algo nos deja la gesta heroica del 27 de febrero es que la reconciliación es una premisa que va más allá de lo político y comprende conocer mejor a los héroes; si fuimos capaz de derrotar no hay nada que impida que, trabajando juntos, utilizando la inquebrantable creatividad y rescatando valores que dieron identidad, obtengamos un Tabasco en paz, seguro y con progreso sostenible”, subrayó el rector de la UPC.
Durante el evento se encendió el pebetero con el fuego simbólico proveniente del ejido “Ceiba”, primera sección, de Cunduacán, el cual fue recibido por el gobernador Adán Augusto López Hernández de manos de un grupo de jóvenes atletas encabezados por Guadalupe Ramón Villareal, en honor a este momento de la historia del Estado.
Como parte de esta ceremonia cívica, se rindieron honores a la bandera, montaron guardias de honor ante el monumento al coronel Gregorio Méndez Magaña y se colocaron ofrendas florales.