TVT | Redacción
El amianto, conocido popularmente como asbesto, se ha convertido un depredador silencioso, a principios de enero cobró una nueva víctima en España, con la que suman tres decesos de trabajadores del servicio de transporte Metro, pero hay casos por todo el mundo.
El asbesto es uno de los componentes del fibrocemento, un material de construcción que en España fue comercializado por la empresa Uralita, de ahí que comúnmente se conozca como uralita.
Está compuesto por fibras microscópicas que pueden permanecer en suspensión en el aire el tiempo suficiente para que representen un riesgo respiratorio.
Un maquinista de Metro de Madrid ya jubilado que desarrolló un cáncer generado por exposición prolongada al amianto falleció recientemente a consecuencia de la enfermedad, confirmó el Sindicato de Maquinistas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 125 millones de personas en todo el mundo están expuestas al amianto en su sitio de trabajo.
Pero, en la vida cotidiana, el asbesto está por todas partes: tuberías, vagones de trenes y Metro, estaciones, tejados, conducciones de gas, y casas construidas entre los años 60 y 80 del siglo pasado.
La OMS ha alertado que al año se registran “107 mil muertes por contacto directo con el mineral y 400 por la exposición no ocupacional, es decir por inhalación de las fibras de amianto”.
En 2017, los principales países con muertos por mesotelioma pleural –un tipo de cáncer asociado a la exposición al asbesto– fueron: China, con 10 mil 459 decesos; India, con cinco mil 940; Estados Unidos, con dos mil 611, y Reino Unido, con dos mil 405 muertes, según el portal Rebelion.org.
Las cifras en México
Según el Senado de la República (las cifras más recientes), el número de muertes por mesotelioma pleural en México de 1979 a 2005 fue de mil 346 casos, 64% (860) en hombres y 36% (477) en mujeres, y de 1998 a 2000 se duplicaron los registros con un incremento de más de 120 casos por año, a partir de 1998.
Desde hace 25 años, la OMS incluyó el asbesto como un elemento cancerígeno de primer orden, debido a que incide en el desarrollo de cáncer de pulmón, laringe, ovarios y otras patologías del aparato respiratorio; recientemente alertó que las enfermedades “siguen en aumento incluso en países donde fue vedado el producto”, debido a que el periodo en el que se presentan todas las dolencias puede ser de hasta 20 años.
El control al uso del asbesto es una de las iniciativas pendientes en Latinoamérica, donde sólo seis países han vetado el material que también afecta al medioambiente.
Chile, Argentina, Uruguay, Perú, República Dominicana y Brasil son parte de los 75 países, incluidos los de la Unión Europea (UE), que declararon la “guerra” al asbesto, un mineral que tiene múltiples usos industriales.
Fuente: El Heraldo de México