TVT | Redacción digital
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que con los ahorros, por la cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco, se financiará buena parte del Tren Maya.
“Le voy a decir algo a los conservadores, ya ven que hay en la red un diablito que dice ‘diles que te vas a relegir’ – bromeó-. Con los ahorros, a ver la polémica: con los ahorros del aeropuerto casi vamos a financiar el Tren Maya, como decía un periodista extraordinario, don Trino Malpica, ahí queda eso”, declaró en la conferencia de prensa matutina.
Al continuar con la exposición respecto al caso de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la petición a la Cámara de Diputados para que investigue los supuestos errores en su informe de la cuenta pública de 2019, el presidente reiteró que “ya se retractaron, hablando de que hubo una mala proyección del cálculo” pero aseveró de nueva cuenta que en su consideración “sí hubo mala fe, hubieron motivaciones políticas”.
Cuando se le insistió si el auditor David Colmenares debería de dejar el cargo, por ser el responsable del organismo, el mandatario dijo que no defiende a nadie pero en todos lados, incluso en su gobierno, persisten las inercias del pasado y hasta las filtraciones.
“Es que también esto es entendible, no defiendo a nadie, pero aquí nos pasa,estamos en un proceso de transición, lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. Hay veces que tenemos una reunión de seguridad, de seis a siete de la mañana y hablamos sobre un tema y al día siguiente (columnistas) describen lo que pasó, una filtración”.
Recordó que hubo 36 años de predominio de una política económica neoliberal y aunque ahora “ya no es predominante, pero ahí está. El pensamiento conservador nunca muere”.
Así ocurrió en el siglo 19 y el 20, mencionó, cuando vuelven los conservadores.
“Entonces, existe esta situación en todas las instituciones y más como se trata de un poder independiente como es la Cámara de Diputados, imagínense cuánta gente de esa institución viene de tiempo atrás”, comentó.
Señaló que es difícil hacerles entender “que entren en razón” a esos técnicos economistas porque aprendieron una sola fórmula, no sólo en universidades privadas sino incluso en las públicas, que no entienden por qué no se rescata a los de arriba sino a los de abajo.
“Eso no se los enseñaron en el Tecnológico de Monterrey ni en el Itam, es más, ni en la UNAM”, consideró.
Por tanto dedujo que la ASF debe tener auditores, abogados, funcionarios que vienen de tiempo atrás y que también deben de pertenecer o simpatizar con la oposición, esto es natural.
“Por eso, sin cuidado de lo más elemental, se atreven a dar un informe totalmente tendencioso y falso.
“¿Quién va a aclarar? La Cámara de Diputados. No puedo señalar a nadie, nada más decir cómo están funcionando las instituciones. Yo mismo tengo que andar a las vivas de quienes están trabajando en el gobierno para que no hagan cosas indebidas”, señaló.
Antes, insistió, cada quien actuaba como pensaba de acuerdo a sus intereses y de conformidad también a sus fobias.
Ya nos dañaron
Sin embargo, el presidente dijo que más allá de la investigación, el reporte de la ASF ya hizo daño a su gobierno.
“Claro, ya nos hicieron un daño, es la máxima del hampa del periodismo: la calumnia cuando no mancha, tizna. Ya el golpe… imagínense cuánto tiempo les dio la televisión”.
Incluso pidió a su equipo que mañana presente un reporte del tiempo y forma en que se le dio al tema en los medios de comunicación.
Pidió que no se olvide que cuando el presidente Zedillo dio a conocer que el rescate bancario iba a costar 180 mil millones de pesos y así de entrada costó un billón y hasta ahora son tres billones. “O sea que se equivocó por muy poquito”, ironizó.
“De 180 mil millones a 3 billones , acá de 330 mil que supuestamente costó no construir el aeropuerto a 110 mil, entonces, sí está considerable la diferencia, por eso es que a ver , están mal las cuentas o hubo mala fe, porque si la diferencia fuesen 5 mil millones pero aquí estábamos hablando de una diferencia del triple, de más de 200 mil millones de diferencia”, dijo.
Fuente: La Jornada