TVT | Redacción digital
Durante su audiencia en el Cereso de Cancún, Quintana Roo, Mario Marín, ex gobernador de Puebla detenido el miércoles en Acapulco, Guerrero, se reservó su derecho a declarar tras conocer la acusación que presentó en su contra la Fiscalía General de la República (FGR) como probable responsable del delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.
Funcionarios federales revelaron que la defensa de Marín solicitó a un juez federal la duplicidad del término constitucional, que consta de 144 horas, para resolver su situación jurídica.
Durante la audiencia, Mario Marín solicitó al juez seguir su proceso en arraigo domiciliario debido a su edad y a un padecimiento en el riñón, así como por la pandemia de covid-19, pero se la negó, informó la organización Artículo 19. La diligencia la presidió Gerardo Vázquez Morales, juez Segundo de Distrito en Materia Penal con residencia en Cancún. La FGR notificó a Mario Marín de que se le acusa por un delito grave, por lo que deberá permanecer recluido en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Cancún.
El delito del que se le acusa está tipificado como grave y no alcanza libertad bajo caución, por lo que fue trasladado a Cancún, Quintana Roo, para ser puesto a disposición de la autoridad judicial que lo requería.
Araceli Andrade, abogada defensora de Lydia Cacho, pidió al juez no aprobar la medida de arresto domiciliario.
“El riesgo de covid-19 todo mundo lo tenemos, cualquier padecimiento de salud, se puede atender dentro de la cárcel. Mario Marín tiene los medios económicos, políticos, materiales para sustraerse de la acción de la justicia, en este término constitucional”.
De acuerdo con la jurista, quien fuera gobernador de Puebla de 2005 a 2011 “se mostró participativo en su defensa, en un 80 por ciento tomó la palabra, recordemos que es abogado y reconoce perfectamente su asunto, conoce cada amparo, todos los incidentes, está completamente interiorizado de su situación jurídica y de los aspectos legales”.
Será hasta el próximo miércoles por la media noche cuando el juez federal determine si existe un auto de libertad o formal prisión.
Cabe recordar ilícito del que se le acusa se remonta a 2005, cuando Lydia Cacho fue detenida en Cancún, por difamación y calumnia tras la publicación del libro Los demonios del edén, en el que ella se refirió a los empresarios Kamel Nacif y Jean Succar Kuri como integrantes de una red de prostitución y pederastia.
La periodista fue trasladada desde Cancún, Quintana Roo, hasta Puebla, en un trayecto de 23 horas en el cual denunció haber sido víctima de tortura psicológica en varias ocasiones.
Fuente: Milenio