En su segunda jornada de supervisión de obras hidráulicas, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que está comenzando la segunda etapa de su gobierno, que consiste en dar seguimiento a las obras iniciadas para no dejar alguna inconclusa.
Desde la presa Picacho, en Sinaloa, el titular del Ejecutivo sentenció que los dos primeros años fueron de cimentar las bases de su gobierno y ahora inicia la etapa de consolidar todo lo iniciado.
“Ya se concluyó la primera, los dos primeros años consistieron en sentar las bases para la transformación, ya eso lo logramos”.
“Viene la segunda etapa, lo que habló del mediano plazo. Es darle continuidad a lo que ya iniciamos y terminar obras, que se puedan concluir en los siguientes dos años o a finales de 2024”, sentenció.
En lo que resta de la actual administración, anunció, ya no se arrancarán más obras, pues se corre el riesgo de dejarlas inconclusas y heredarlas a la siguiente administración.
“A nosotros nos tocó recibir muchísimas obras no terminadas. Estamos hablando de cientos de hospitales, escuelas, caminos, presas, trenes, de muchas obras inconclusas. No queremos eso, heredar obras en proceso a los futuros gobiernos. Vamos a terminar todo lo que comencemos, todo lo que estemos realizando”, recalcó el titular del Ejecutivo.
López Obrador supervisó la construcción de los canales que llevarán el agua de la presa Picacho a zonas de riego de 2 mil 500 hectáreas de extensión.
Además, la construcción incluye un acueducto de 33.6 kilómetros para llevar agua de la presa hasta una planta potabilizadora con capacidad de un metro cúbico de agua por segundo para suministro de medio millón de personas en Mazatlán.
Eso permitirá la expansión urbana de ese puerto, que tiene un futuro turístico importante, dijo el presidente.
En su gira, el presidente está acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller.
Fuente: Excelsior