TVT | Redacción digital
Ante el Presidente de la República, el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval González, advirtió que la conducta de los elementos de las Fuerzas Armadas debe ser siempre recta, y no admite desviaciones.
“El camino que se recorre en la carrera militar es recto y no admite desviaciones de ningún tipo. Cada uno con su correcto actuar se va formando su propio destino”, subrayó ante el Presidente Andrés Manuel López Obrador. El general dijo también que esta institución no persigue ningún poder político.
“El Instituto armado jamás ha buscado ni buscará protagonismo porque nuestra esencia es servir a la patria. Así pues, es evidente que no anhelamos ningún poder porque nuestra razón de ser está alejada de pretensiones políticas o de otro tipo.
“Es evidente que no anhelamos ningún poder porque dependemos del ejecutivo a cuya autoridad no subordinados por ley y por la decisión democrática del pueblo de México, pero sobre todo por convicción”, indicó.
Refrendó la lealtad de las fuerzas armadas a la nación, y su participación en los programas del gobierno.
El mensaje fue emitido durante la ceremonia por el 110 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana.
En la explanada del Monumento a la Revolución fueron entregados reconocimientos por antigüedad a integrantes de las fuerzas armadas; asimismo, al personal al médico que atiende a pacientes Covid.
Médicos y enfermeras fueron galardonados con la Condecoración Miguel Hidalgo, en grado cruz. En la lista publicada hoy en el Diario Oficial de la Federación aparecen los nombres de los 425 premiados en esta categoría.
En el monumento de la Revolución, con la asistencia de integrantes del gabinete, el general Luis Crescencio Sandoval inició su mensaje al destacar el movimiento armado como el primero del siglo 20.
Destacó la visión de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, jefe del ejército constitucionalista, origen de las actuales fuerzas armadas.
Dijo que la revolución de 1910 transformó a las fuerzas armadas, en todos los actos del servicio, con el emblema de honor y lealtad a la patria.
Por ello, añadió, nos llega de orgullo que hoy se entreguen condecoraciones de perseverancia así como ascensos en los distintos niveles, como reconocimiento a méritos, perseverancia y preparación.
Estas fuerzas armadas tiene una estructura definida que ofrecen a todos la posibilidad de ascender, según las leyes respectivas, por lo que se asegura, subrayó, que las designaciones estén al margen de favoritismos y amiguísimos.
De manera sobresaliente reconoció el trabajo del personal médico de esta institución, así como a las familias de los galardonados.
Les dijo que ser condecorados debe llevarlos a dimensionar el hecho, para reafirmar el compromiso con las instituciones y con la nación, siempre en la legalidad.
Enseguida señaló que la historia nacional es testigo que en momentos de adversidad el ánimo del marino y del soldado no decae, al contrario, se fortalece en el cumplimiento del deber.
Los llamó a seguir con este espíritu de cuerpo que no admite confrontación entre compañeros, para cumplir con la misión encomendada.
La dignidad y el conocimiento de los deberes es lo que conduce a la honradez y probidad.
En estos momentos históricos se integra a estos objetivos la Guardia Nacional.
El general expresó ante el Presidente de la República que hoy es día de reconocer a personajes como a Madero y confirmar que los cambios requieren acciones colectivas como las que impulsa su administración, por lo cual apoyan todos los proyectos prioritarios de su gobierno.
“Nuestra lealtad institucional es a toda prueba. 107 años de existencia de las fuerzas armadas hablan por sí solos”.
Esos 107 años de lealtad institucional de las fuerzas armadas y las coyunturas no nos desaniman, indicó.
Enseguida expuso que las fuerzas armadas están alejados de protagonismos y pretensiones políticas, y tampoco aspiran a ningún poder.
Refrendó compromiso de ser leales a la patria: ejército, marina, fuerza aérea y Guardia Nacional.
Posterior al mensaje del general se realizó en la explanada del Monumento a la Revolución una representación de historia de la lucha armada que inició en 1910.
En la amplia reconstrucción, participaron decenas de militares, a pie y a caballo, con vestuarios de la época revolucionaria, así como fusiles y cañones que activaron con pirotecnia.
Participaron 70 banderas nacionales, 396 elementos de las fuerzas armadas, 11 charros, así como elementos del pentatlón militarizado.
Fuente: La Jornada