Redacción / TVT
Este 27 de octubre se cumplen 13 años del inicio de la mayor inundación que afectó a la capital tabasqueña y al resto de los municipios, con casi un millón de damnificados y pérdidas calculadas por casi tres mil millones de dólares.
Una fecha como hoy, pero de 2007, comunidades de la periferia de Villahermosa comenzaron a registrar estragos y en días posteriores el río Grijalva se desbordó hacia el centro de la ciudad con niveles de hasta tres metros de altura, sepultando viviendas, escuelas, empresas, bancos, hospitales, museos y bibliotecas.
Uno de los sectores más dañados fue el educativo, con 3 mil 400 escuelas inhabilitadas.
Otro de los daños que dejó la anegación de 2007 fue el desamparo habitacional de miles de familias que vivían asentadas cerca de ríos o lagunas, así como en zonas bajas, por lo cual se emprendió un programa de reubicación y construcción de fraccionamientos para reubicarlas.
A partir de entonces se construyó infraestructura para reducir el riesgo de una inundación de igual magnitud, por lo cual se realizaron canales de alivio, protecciones con muros y bordos, así como puentes con el propósito primordial de proteger a Villahermosa.
A 13 años del desastre natural, aún persisten en la memoria colectiva imágenes de éxodos intempestivos en busca de un refugio, la emergencia sanitaria, las filas para entrega de despensas, los rescates aéreos, así como la solidaridad nacional e internacional.
Incluso, en su momento, la Comandancia de la 30 Zona Militar refirió que entre los años 2007 y 2009 el Ejército aplicó el Plan DN-III-E en el 90 por ciento del territorio tabasqueño como consecuencia de los daños causados por las inundaciones.