Redacción / TVT
De cara al próximo proceso electoral 2020-2021, la senadora Mónica Fernández Balboa señaló que la el tema de la violencia política contra las mujeres es algo que debe estudiarse desde los órganos jurisdiccionales electorales y en los congresos locales del país, pero que la expedición de normas jurídicas para sancionarla es tan solo el primer paso.
Así lo expresó al impartir la conferencia virtual “La violencia política contra las mujeres en razón de género”, organizada por la Asociación de Magistradas y Magistrados Electorales Locales de los Estados Unidos Mexicanos.
“La participación de las mujeres en la vida pública de una forma segura y plena y en las mismas condiciones que los hombres sigue siendo una asignatura pendiente en la que falta mucho por hacer en esta lucha por la igualdad sustantiva, todas las instituciones del estado mexicano compartimos la obligación impostergable de promover y garantizar los derechos de las mujeres. La labor de los legisladores y legisladores, de los jueces y los jueces es fundamental para el adelanto de las niñas y las mujeres en nuestro país, sigamos trabajando juntos y juntos, cada uno desde la trinchera que nos corresponde”, expresó.
La senadora explicó que las víctimas de violencia en el contexto político surgen como resultado de un sistema cultural y social con profundo arraigo en el micromachismo disfrazado, por lo que seguir generando normas y mecanismos garantes de los derechos políticos de las mujeres, tal y como lo fue la reforma de ocho leyes federales en materia de violencia política y de género, se vuelve crucial.
“Con esta nueva legislación, México se volvió el segundo país de América Latina en tipificar este delito y el primero en adoptar medidas de protección y reparación del daño a las víctimas acordes al contexto político electoral en el que se desarrollan, ahora bien la aprobación de esta reforma indica que se acabaron los problemas de su representación y de violencia política contra las mujeres, pues la respuesta es no lamentablemente no, desafortunadamente la discriminación y la violencia no se acaba por completo pues son el producto de sistemas culturales y sociales profundamente arraigados en nuestras sociedades por ello la expedición de las normas jurídicas es tan sólo el primer pasos”, finalizó.