TVT | Redacción
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, aliado de la misma, celebrarán una reunión técnica el martes y miércoles en Viena para analizar la caída de los precios del crudo a raíz de la epidemia del nuevo coronavirus, indicó este domingo a la AFP una fuente próxima a la organización.
“Se ha previsto un comité técnico mixto (JTC) para el martes y el miércoles” en Viena, donde tiene su sede la OPEP, explicó esta fuente.
Los precios del petróleo han caído fuertemente desde principios de año por la preocupación creciente en torno a la economía de China, afectada por la epidemia del nuevo coronavirus aparecido en el centro de ese país.
El comité técnico de la OPEP y de sus socios se encarga tradicionalmente de analizar la coyuntura en el mercado petrolero para ayudar al cartel a ajustar sus cuotas de producción para tratar de controlar los precios.
El próximo encuentro ministerial de los países de la OPEP liderados por Arabia Saudí, y sus aliados externos a la organización, entre ellos Rusia, está prevista para los días 5 y 6 de marzo. Sin embargo, en los últimos días se ha barajado la posibilidad de adelantar la reunión de este grupo bautizado OPEP+ ante la incertidumbre generada por la epidemia.
La OPEP+ reúne a catorce miembros de la OPEP y a otras diez potencias petroleras. Estos países están vinculados desde finales de 2016 por un acuerdo de limitación de su producción destinado a contener los precios del crudo ante una oferta abundante.
En marzo deberían decidir si renuevan las cuotas de producción actuales o si las reducen para sostener los precios.
El barril de Brent que se cotiza en Londres ha caído por debajo de los 60 dólares, tras perder 11.9% en un mes, su precio más bajo desde noviembre de 2018.
Los inversores temen las consecuencias de la epidemia de neumonía surgida en diciembre en la ciudad china de Wuhan, y que se ha propagado por todo el país y en el extranjero. Primer importador y segundo consumidor de petróleo del mundo, China es un actor clave en el mercado.
Fuente: El Economista