TVT | Redacción
El dirigente opositor regional Luis Fernando Camacho Vaca, El Macho, reconoció en un video que pactó y coordinó las protestas con la policía y el ejército para forzar la salida de Evo Morales de la presidencia de Bolivia, ocurrida el 10 de noviembre. El líder indígena reprochó esta revelación que confirmaría de manera irrefutable que fue un golpe de Estado.
Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz y ahora candidato presidencial, explica durante una reunión con seguidores –grabada y viralizada en redes sociales– que José Luis Camacho Parada, su padre, cerró con la mediación del ahora ministro de facto de Defensa, Fernando López, un acuerdo con militares y policías, por separado, para no reprimir las protestas opositoras que se desataron tras las elecciones del 20 de octubre.
López no sólo reconoció su participación en los encuentros, sino que fueron efectuados antes de la renuncia de Morales, reportó la agencia de noticias Prensa Latina.
El Macho aclaró que después de cerrar la negociaciones se decidió lanzar un ultimátum de dos días (el 2 de noviembre) para que Morales dimitiera. Pedimos las 48 horas porque sabíamos que ya podía Santa Cruz trasladarse a La Paz. Era ahí el problema. Yo creo que fue el momento más duro de lo que pasamos, confesó.
Evo Morales tuiteó el video con un mensaje: Camacho confirma que cívicos hablaron con militares y policías para derrocar a mi gobierno. Fue un golpe de Estado pese a que la presidenta interina Jeanine Áñez, el líder opositor Carlos Mesa y el propio Camacho intentan negarlo. El video es prueba irrefutable. La justicia debe actuar contra los golpistas y genocidas.
La actual crisis en el país andino se desató luego de las elecciones del 20 de octubre en las que Morales se religió para un cuarto mandato. La oposición denunció fraude y el presidente invitó a la Organización de Estados Americanos a realizar una auditoría a los comicios y ofreció la garantía de que el resultado sería vinculante. El organismo hemisférico apenas revisó 226 actas de un total de 34 mil, y eso le bastó para avalar las acusaciones, tras lo cual el líder indígena de inmediato convocó a celebrar otra jornada electoral.
Morales dimitió el 10 de noviembre, luego de que la cúpula militar le sugirió que renunciara. Recibió asilo en México, después viajó a Cuba para una revisión médica y actualmente está en Argentina, que lo recibió como refugiado.
Fuente: La Jornada