TVT | Redacción
Ante gobernadores, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, pidió combatir la corrupción que ha logrado infiltrarse, advirtió, a los más altos niveles de las corporaciones policiales, desviación que denominó “crimen uniformado”. También les dijo que aun cuando se amplíe sustancialmente la Guardia Nacional, la estrategia no funcionará si persisten las debilidades en las policías locales.
“O le atoramos juntos o fracasamos en conjunto”, advirtió durante la 45 sesión ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), realizada en el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Durazo solicitó también a los gobernadores construir consensos, y fortalecer los esfuerzos para abatir los delitos.
“Sin un esquema de colaboración estrecha entre los tres niveles de gobierno no hay estrategia de seguridad pública que pueda obtener resultados favorables”, dijo.
Más adelante subrayó que la corrupción ha podido infiltrarse y la protección oficial en este sentido significa el máximo desenfreno a este problema, por lo cual – indicó- debemos decidirnos a erradicarla, con énfasis en los cuerpos de seguridad, a partir de la honestidad en sus integrantes.
“La corrupción, esa gran plaga, se volvió el gran rival de la seguridad. No podemos voltear la cara frente a esta tragedia que representa hoy, en los cuerpos federales de seguridad y también en los estatales y municipales. Es de tal tamaño el problema que me he atrevido a calificarlo de crimen uniformado”, señaló.
Puntualizó que este combate a la corrupción no significa ajuste de cuentas o taba rasa pero sí limpiar de arriba hacia abajo las corporaciones policiales en los ámbitos que en los hechos pertenecen al crimen organizado.
Igualmente acotó que la tarea de seguridad no va con los objetivos políticos o personales.
En cuanto a la Guardia Nacional (GN) prometió llevar esta corporación a estándares internacionales.
Después de encabezar una reunión previa con los mandatarios estatales, en la cual – según expresó Durazo- se les hizo notar la importancia de avanzar en el fortalecimiento de las policías locales y también la valía de “incorporar las críticas que válidamente expresan algunos gobernadores” en el funcionamiento del CNSP.
“Efectivamente ha sido un año difícil en materia de seguridad, no hemos logrado los resultados deseados, pero hemos mejorado los instrumentos para mejorar la seguridad, sin los cuales sería imposible garantizar en el corto plazo las condiciones de seguridad y paz para los mexicanos”, expresó durante su intervención.
La GN es elemento clave para enfrentar a la criminalidad, pero esa solución no llegará mientras no tengamos policías estatales y municipales que funcionen con estándares homologados a la Guardia, añadió.
Hoy tenemos – precisó- 72 mil elementos de la GN desplegados en territorio nacional; se dice fácil pero ello equivale al doble de los elementos que llegó a tener la policía federal, y para el 2021 contará con 150 mil elementos, más de 4 veces el tamaño de la extinta corporación.
En ese momento tendremos capacidad para duplicar el despliegue de la GN en cada uno de los estados.
Sin embargo, “por más impresionante que sea la GN la responsabilidad de la seguridad sostenida recae en las instituciones complementarias de seguridad local, donde tenemos un gran reto porque no tenemos todavía las corporaciones policiales que la sociedad requiere”.
Si analizamos la estadística de incidencia delictiva advertiremos que los que más afectan son los que atentan contra el patrimonio de las personas, dijo.
Durazo reiteró que el ambiente de paz no será únicamente del uso de la fuerza sino de la capacidad del Estado mexicano para generar condiciones mínimas indispensables de justicia social.
Por ello, destacó, ratificamos la importancia de aplicar un cambio de paradigma ante el consumo de drogas y su tratamiento de asuma como asunto de salud pública.
“En lugar de perseguir a los consumidores, busquemos que los cuerpos de seguridad pública se enfoquen en proteger a la comunidad”.
Pidió a los mandatarios entonces que refuercen los trabajos de atención a las adicciones.
Fuente: La Jornada